14 de junio de 2013

La Enfermería Crítica se perdió en algún cajón.

Lic. José Antonio Boggiano
Egresado de la Universidad Abierta Interamericana
enfermeria2000@gmail.com

 ¨…si el presente trata de juzgar el pasado, perderá el futuro¨. Winston Churchill

Busqué la Enfermería Crítica en muchos ámbitos de Salud y no la encontré ... y no me refiero a la crítica destructiva; porque esa siempre está presente, siempre tenemos algo que decir de nuestros colegas porque junto con la crítica constructiva dejemos en el mismo cajón el ética y la educación. La enfermería critica a la que me refiero es a la enfermería que intenta desde algún punto ayudar a que nos cuestionemos y porqué no, desafiemos la dominación, las creencias y prácticas de una Enfermería en algún caso ya obsoleta o deformado por aquellos que cada vez quieren hacer menos. En otras palabras, hablo de una Enfermería con conciencia crítica.

Muchos Enfermeros/as, no todos/as y por eso aún tenemos esperanzas, buscan estar en posiciones o en cargos de diferentes Sociedades, Asociaciones y/o Federaciones relacionadas con Enfermería, por el sólo hecho de tener un pergamino y no porque estén decididos a trabajar para cambiar algo. Obviamente tampoco quisiera olvidarme de puestos claves en diferentes instituciones de salud donde el ser supervisor/a o jefe/a de departamento de enfermería es también un título más que una decisión de formar un equipo de trabajo para cambiar o mejorar algo.

La Enfermería Crítica a la que me refiero es aquella donde los enfermeros/as se animan a generar respuestas liberadoras tanto a nivel individual como colectivo, las cuales ocasionen cambios en su profesión. A veces algunos comenzamos a cuestionarnos a nosotros mismos como miembros de un grupo después de alcanzar un punto de sana rebeldía, en el que se empieza a ver una Enfermería profundamente imperfecta, pero con un potencial enorme para cambiar o para mejorar, ubicándonos en una posición preferencial para poder visualizar una Enfermería Crítica sin Fronteras.

La Enfermería Crítica bien entendida, comienza con nuestra participación; y no es posible sin la autocrítica, sin ese primer paso y esfuerzo para llegar al tener claro que tenemos y hacia dónde queremos ir; por esta razón al escribir estas líneas no me excluyo de lo que digo sino que me incluyo en la problemática porque también formo parte de ella.

Y ustedes dirán ¿qué le pasó a este hombre que sale a decir estas cuestiones? ... la verdad lo que me pasó es la idea de decir desde algún lugar que me cansé de escuchar y ver algunos enfermeros/as que se autoproclaman líderes y no lo son; algunos supervisores o coordinadores que no saben qué hacer con su cargo; algunos docentes que dicen lo que no hacen ni defienden; y algunos representantes sindicales que su forma de representar es trabajando cada vez menos; osea en realidad no me pasó nada puntual y quizás escribo esto en un mal día, pero creo que no es tan descabellado lo que digo ... o sí?

Nos falta quizás mucho más diálogo para llegar a esa Enfermería Crítica que busco o quizás también nos falta que sea cierto lo poco que decimos a la hora de tener un espíritu crítico con intención de mejorar o cambiar algo.

Todos nos equivocamos alguna vez y creo que esta bueno levantarse y seguir adelante con el doble de esfuerzo, pero la palabra tiene que ser firme y mucho más en aquellos que dicen representarnos desde cualquier entidad que se relaciones con la Enfermería; Paulo Freire hablando de educación decía ¨... la palabra inauténtica no puede transformar la realidad, pues privada de su dimensión activa, se transforma en palabrería, en mero verbalismo, palabra alienada y alienante, de la que no hay que esperar la denuncia del mundo, pues no posee compromiso al no haber acción. Sin embargo,  cuando la palabra hace exclusiva referencia a la acción, se convierte en activismo, minimiza la reflexión, niega la praxis verdadera e imposibilita el diálogo¨.

La Enfermería Crítica que se me perdió en algún cajón es aquella que enrola  enfermeros/as capaces de hacer cosas nuevas, modificar técnicas, y sobre todo comunicarlas vía publicaciones científicas; y no los enfermeros/as que simplemente repiten lo hecho por otras generaciones, ¿Y saben qué? ... tenemos en todos los rincones del planeta esos enfermeros/as sólo les falta darse a conocer desde cualquier lugar; porque les puedo asegurar algo que puede parecer muy loco pero los invito a pensarlo ... ¨si todos nos pusiéramos de acuerdo en hacer nuestro trabajo al máximo de nuestras capacidades sólo un día, bajaríamos la morbimortalidad de la población ... y no hablo de ningún descubrimiento científico, hablo de nuestro trabajo como profesionales enfermeros/as¨. Observen que para esta loca idea que planteo nos viene casi a medida la frase del astronauta Nel Amstrong ¨... este es un pequeño paso para un hombre pero un gran salto para la humanidad¨ ... imagínense por un momento que podemos decir y afirmar que el ponernos de acuerdo en cosas básicas para el progreso y el cambio en algunos aspectos de la enfermería ¨es un pequeño paso para la enfermería pero un gran salto para la salud y el bienestar de nuestros pacientes¨; y eso, es posible en una enfermería crítica.

No puedo ser tan obtuso en no poder observar que la crisis en enfermería va de la mano de países en crisis; y no hablo sólo de crisis económicas sino de también de crisis de valores. No es posible que líderes que dicen representar a la enfermería se embanderen detrás de un partido político de turno, porque ellos representan a todos los enfermeros/as y no sólo a un grupo, aunque este sea mayoritario. Esto queda muy lejos de la idea de una Enfermería Crítica. Ahora también debemos decir que si esos líderes están ahí es porque alguien los eligió o los dejó llegar y eso también está fuera de la Enfermería Crítica de la que hablo. Hoy en día seguimos realizando técnicas fuera de nuestra competencia; y si la podemos hacer, pues bien demostremos científicamente que lo podemos hacer con idoneidad e incorporémoslas a nuestras competencias con bases sólidas; pero de la misma manera dejemos de ceder campos y actividades propias a otras disciplinas. En algunas ocasiones mostramos una indeterminación de nuestra función dentro del campo de la salud que confunde a cualquiera y terminamos desvirtuando nuestro verdadero trabajo, alejándonos de cualquier posibilidad a crecer, a encontrar esa enfermería crítica.

Para poder encontrar esa Enfermería Crítica perdida debemos encontrar primero nuestra identidad. Zygmunt Bauman, sociólogo, filósofo y ensayista polaco; hablaba de ir en la búsqueda de la identidad como la tarea y la responsabilidad vital del sujeto, y esta empresa de construirse a sí mismo constituye al mismo tiempo la última fuente de arraigo. Este pensamiento de Bauman, a mi entender nos identifica hoy en día en lo que debemos priorizar. Este autor además plantea que en la modernidad líquida las identidades son semejantes a una costra volcánica que se endurece, vuelve a fundirse y cambia constantemente de forma; claramente nos dice que muchas de las cosas que parecen estables externamente, como la Enfermería, desde un punto de vista externo; pero si lo observamos atentamente en realidad podemos ver que es frágil y se desgarra constantemente. Esta idea llevada a la Enfermería nos podría hacer ver que tenemos sociedades, asociaciones y federaciones de Enfermería que nos muestran una foto de una realidad inexistente, frágil y que se hunde lentamente.

La falta de una Enfermería Crítica, ha licuado en muchos casos, el valor de la formación académica y de la experiencia profesional. ¿Y por qué hago semejante afirmación? … el menos en mi país, a mayor experiencia o a mayor grado académico menos posibilidades de conseguir trabajo se tiene; y ni les cuento si alguien tiene mucha experiencia y un grado académico elevado, seguramente está destinado a dedicarse a otro cosa menos a ser un enfermero/a. Menciono esto desde la autocrítica y no desde un punto de vista pesimista, ya que estoy convencido que desde una Enfermería Crítica podemos modificar cualquier situación por más irregular que sea.

Cada tema mínimamente planteado en estas líneas puede dar para un largo debate y bienvenido sea, porque en la discusión sana y constructiva se puede llegar muy lejos, sin entrar en la descalificación y en una intencionabilidad destructiva. Los hechos son hechos y son irremplazables, podemos tener diferentes puntos de vista pero partamos de la base de reconocer que todo no está bien y que en este caso una Enfermería Crítica nos puede ayudar a encontrar un rumbo en esta tormenta de ideas y buenas acciones. No debemos quedarnos en la postura que el mal de muchos debe ser el consuelo de todos. La resignación es un suicidio permanente; por eso participemos más, publiquemos más, opinemos desde la construcción, y encontremos entre todos esa Enfermería Crítica que perdió en algún cajón.

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