Introducción:
Las bacteriemias nosocomiales a menudo vienen precedidas por la colonización
cutánea, y la piel es reservorio y foco de transmisión de microorganismos
multirresistentes (MMR). Por estos motivos, la disminución de la colonización
cutánea puede disminuir la infección nosocomial y la diseminación de MMR y
reducir los costes hospitalarios. Experiencias preliminares con clorhexidina
sugieren que este antiséptico puede ser efectivo para alcanzar dichos
objetivos.
Resumen:
Se llevó a cabo en 9 unidades de cuidados intensivos (UCI) y de trasplante de
médula ósea de seis hospitales estadounidenses un ensayo clínico aleatorizado
por centros, cruzado y no ciego, comparando el lavado corporal diario de los
pacientes con toallas impregnadas en clorhexidina al 2% y el lavado con toallas
sin antiséptico, a fin de evaluar la incidencia de bacteriemia nosocomial y de
adquisición de MMR (Staphylococcus aureus resistente a meticilina y
Enterococcus resistente a vancomicina), mediante regresión de Poisson. Los
centros aplicaron por periodos de seis meses uno u otro tratamiento de manera
alternativa. Se incluyeron un total de 7.727 pacientes. La incidencia de
adquisición de MMR fue de 5,10 por 1.000 pacientes-días con clorhexidina y de
6,60 sin antiséptico (P = 0,03). La incidencia de bacteriemia nosocomial fue de
4,78 por 1.000 con clorhexidina y de 6,60 sin el antiséptico (P = 0,007). La
reducción se produjo en las bacteriemias primaria y por catéter, pero no en las
bacteriemias secundarias; se redujeron principalmente las bacteriemias por
Staphylococcus coagulasa negativa y las funguemias, pero no las causadas por
MMR o por Gram negativos. La reducción se produjo principalmente en los
pacientes de larga estancia (más de 7 días) y en las UCI médicas. No hubo
diferencia en la frecuencia de reacciones cutáneas entre ambos tratamientos.
Comentario:
Se trata del primer estudio multicéntrico que ensaya el lavado corporal diario
con clorhexidina en UCI, y sus resultados concuerdan con los de estudios
previos realizados en un solo centro [1-3]. A pesar de ello estos resultados no
deben considerarse concluyentes; su principal limitación es que no evalúa
directamente desenlaces "duros", como duración de las estancias,
mortalidad, uso de antibióticos y costes, por lo que no aporta evidencia firme
de la efectividad de la medida. Por otra parte, el beneficio se concentra en la
reducción de funguemias (hallazgo inesperado e interesante) y de las
bacteriemias por SCN, pero no por SARM o ERV. Probablemente la medida sea más
coste-efectiva en UCI médicas con incidencia elevada de MMR y de bacteriemias,
y en pacientes con estancias esperadas prolongadas, pero estas hipótesis deben
confirmarse en futuros estudios.
Eduardo Palencia Herrejón
Hospital
Universitario Infanta Leonor, Madrid.
REMI, http://medicina-intensiva.com. Julio 2013
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